Una de las cosas que te preguntarás cuando planees tu viaje a Madrid, aparte de encontrar alojamiento y otras cuestiones de logística, es qué tipo de gente te vas a encontrar. No es ningún secreto que la capital de España es una metrópoli de gran tamaño, bulliciosa y ejemplo de modernidad, donde habitan millones de españoles (madrileños o no) y emigrantes de muy diversas nacionalidades. Hoy en ShMadrid os hablamos de cómo es la gente de Madrid.
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Cómo son los madrileños
En consecuencia, la variedad es uno de los elementos clave (hay de todo), pero al igual que la oferta de alquiler de ShMadrid se distingue por la calidad, el ambiente en la ciudad se distingue por su urbanidad. Los madrileños van a lo suyo, son educados y amables, por lo general bien informados y espabilados. Los jóvenes suelen defenderse con el inglés y las estadísticas sobre delitos dejan bien claro que los carteristas en las zonas turísticas son el único peligro habitual. Por lo general, el madrileño es práctico y realista, quizá algo más convencional que los urbanitas de otras grandes ciudades europeas como Londres o Berlín en términos globales (hay barrios donde claramente prima la vanguardia). El sentido del humor, fijarse en lo que hacen los demás ante la duda (por el “allí donde fueres, haz lo que vieres”) y la discreción a la hora de comportarse son siempre grandes aliados para el viajero. Pero, si no estás seguro de algo, lo mejor es preguntar con sinceridad. Se espera que los visitantes hagan un esfuerzo por acoplarse a las costumbres y al entorno, por ejemplo en cuanto a horarios de comidas, intentar hablar en español, respetar las colas, no fumar donde está prohibido, etc.
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El extranjero puede notar algunas diferencias como un contacto ocular más prolongado (que no significa nada) y una menor distancia interpersonal al hablar. Adaptarse a los horarios (y darse cuenta de que Madrid es de verdad la ciudad que nunca duerme) puede costarle trabajo: cuanto antes empiece, mejor. Conviene valorar e intentar disfrutar al máximo de lo que ofrece la ciudad: su gastronomía, productos, servicios y forma de divertirse; a los madrileños les gusta comprobar que el visitante aprecia lo que tienen. Por otro lado, como la mayoría de los españoles, gustan de la conversación y esta es una gran oportunidad para el aprendizaje cultural. La vida se hace en los barrios y el trato entre vecinos es regular (y es lo esperado). Un alojamiento en alquiler es un excelente punto de partida para conocer a los madrileños, mucho más apto que la estancia en un hotel para practicar el trato cotidiano y ser testigo de la vida en los barrios. Con un alquiler de ShMadrid tendrás todas las comodidades que necesitas en el mismo centro de la ciudad, e incluso dispondrás de espacio si surje la oportunidad de invitar a tus posibles nuevas amistades a “pasar por casa”. Recuerda que, si tienes la suerte de hacer amigos en Madrid, probablemente los conservarás toda la vida.
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