Existe el dicho en España de que hay tantos seleccionadores de fútbol como habitantes dentro del país. Pues bien, con las croquetas pasa lo mismo. Se preparan en todas las casas y bares, pero en ninguna se repite la receta. Es un producto tan rico y variado que realmente resulta imposible probarlo en todas sus manifestaciones. Las más clásicas son de pollo, de jamón o de bacalao. Pero las más “contemporáneas” pueden llegar a saber a pizza, morcilla o panceta. Desde luego, es un producto camaleónico. Por si próximamente vas a disfrutar de un alquiler de un piso con ShMadrid por un mes, en este artículo te recomendamos algunos espacios cuyas croquetas son muy valoradas por sus clientes.
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Tapeando por la capital
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Uno de los locales más recomendables es La Croquetta (Calle Fuente del Berro, 33), donde su principal objetivo es sorprenderte con los nuevos sabores que puede adoptar un plato que conoces “desde la cuna”. Las hay tanto de carne como vegetales pero, eso sí, todas ellas cuentan con esa característica cremosidad que adquieren sólo las que mejor están preparadas. Otro de los exitosos “templos de la croqueta” al que podrás asistir en tu alquiler de apartamentos por días en Madrid es Café Melo’s Bar (Calle Ave María, 44), uno de esos bares que antes de la comida o a última hora de la tarde se abarrota de fieles de sus croquetas. Son cremosas y grandes; y se pueden acompañar con sus míticas empanadillas o bocadillos de lacón y queso. Y si buscas degustar una croqueta en un ambiente castizo, tu lugar es, sin duda, la Cervecería La Ardosa (Calle de Colón, 13). En su carta de pinchos cuenta con un generoso repertorio de croquetas de productos como el queso de cabrales, cecina, bacalao o jamón. Todas ellas, deliciosas. Los puedes acompañar durante tu alquiler de pisos por días Madrid con una cerveza pilsen directamente traída de su punto de origen, la República Checa.
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También es digna de mención Casa Labra (Calle de Tetuán, 12), fundada en 1860 y con una larga historia a sus espaldas. Los más fervientes admiradores de las croquetas se dirigen aquí principalmente para probar una de sus especialidades, como es la de bacalao, la cual se prepara en su cocina en su punto y se puede comer por tan sólo 90 céntimos. Curiosamente, cuenta la historia que Pablo Iglesias fundó en las mesas de este bar el PSOE, en el siglo XIX. Por último, en pleno centro de la capital (Calle de Orellana, 17) se encuentra Casa Manolo, otro de los clásicos de la croqueta madrileña. La ración de las de jamón es especialmente memorable, tanto por su sabor como por el gran tamaño de cada una de sus unidades. Desde luego, otro de los espacios imprescindibles.
¿Conoces algún otro sitio dónde comer buenas croquetas en la capital?
