Los ancianos son una parte muy importante de nuestra sociedad, aunque algunas personas se empeñen en pensar que se trata de una molestia. Su sabiduría relacionada con las vicisitudes de vida, la serenidad que solo se consigue cuando has vivido muchas experiencias y su plena autonomía en muchos casos, les hace completamente válidos para colaborar activamente en la red social de toda ciudad. Pero la soledad, el aislamiento y, en muchos casos, el abandono, hacen que muchas personas mayores se queden al margen. Por eso, en el Ayuntamiento de Madrid han elaborado una iniciativa en la que diversos establecimientos mantienen una relación amigable con las personas mayores. En este artículo de ShMadrid os hablamos de en qué consiste este proyecto.
Artículo relacionado: Escuelas para adultos en Madrid
Tener empatía con las personas mayores es un signo de humanidad
Foto vía Pixabay
La Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores de la Organización Mundial de la Salud, es una red integrada por todas las ciudades y pueblos adheridos al proyecto, y la capital de España ha querido unirse a esta iniciativa. En la actualidad alrededor de 800 ciudades están adscritas, que está teniendo una gran repercusión y ha sido acogida con agrado por muchas personas. Esta red nace con el objetivo de fomentar el intercambio de experiencias y buenas prácticas con el fin de crear entornos amigables para los mayores, buscando el aprendizaje mutuo entre ciudades y comunidades de todo el mundo. El Proyecto Ciudades Amigables con las Personas Mayores se basa en la idea de que una ciudad amigable es aquella que facilita que sus ciudadanos envejezcan de forma activa, en la que sus estructuras y servicios están destinados para que todas las personas disfruten de buena salud y vivan con seguridad participando activamente en todos los ámbitos de la vida social.
Artículo relacionado: Tiendas de lanas en Madrid
Foto vía Pixabay
El comercio de proximidad es un actor importante en el ámbito económico y social y ofrece servicios que permiten satisfacer las necesidades de sus vecinos, entre las que se encuentran las personas mayores. La amigabilidad de estos establecimientos con las personas de más edad permite hacer la vida en la ciudad más agradable, en la que las personas mayores reciben la empatía de los comerciantes o los gestores de los establecimientos, lo que ayuda a estos a seguir viviendo en su barrio, de forma completamente autónoma y siendo protagonistas activos de ese tejido socioeconómico. Un comercio amigable es aquel que sabe dar un trato y servicio adaptado a las personas. Conocen y respetan sus criterios, opiniones y valores. La amigabilidad tiene que concretarse en detalles pequeños, ser un comercio amable en el trato, en el que se puede confiar, de fácil acceso, seguro y confortable, donde todo el mundo es escuchado, respetado y valorado. En muchas ocasiones, las personas mayores buscan en el comercio de proximidad ser escuchadas, casi siempre más allá de limitarse a solicitar un producto o servicio. Este hecho, que muchas veces es consecuencia de la soledad en la que viven muchos de ellos, frecuentemente no deseada, hace que los establecimientos adheridos al proyecto tengan en cuenta esta circunstancia para empatizar con sus clientes mayores y ofrecerles un plus de amabilidad. Sin duda, la humanidad y el respeto, teniendo en cuenta que todos seremos alguna vez esa persona mayor que busca compartir experiencias además de hacer la compra, serán nuestra guía para dar un servicio amigable y de calidad.
¿Conocías esta iniciativa?
